Hace unas semanas, aprovechando mi estancia en Londres, fui a la mejor tienda de coches de la capital británica, de las mejores del Reino Unido y, probablemente, también de Europa. Hablo de Joe Macari Performance Cars y muchos la conoceréis debido a las miles de fotos que circulan por las redes sociales de los automóviles que hay ahí esperando a un nuevo dueño. Os traigo un pequeño articulo para que la conozcáis mejor y quiero hablar, en concreto, de tres piezas muy especiales y que se os harán la boca agua. Antes de empezar quiero decir que no hay ningún problema a la hora de entrar pero has de ponerte en contacto con ellos unas semanas antes. El único inconveniente es que está a 30 minutos del centro y cuesta un poco llegar ahí. De todas formas vale la pena y ahora veréis porque.
Joe Macari es un ex piloto que compitió durante muchos años a bordo de un Ferrari 430GT o un Maserati MC12 GT1, entre otros. Un accidente de tráfico le dejó fuera de las carreras, pero él quiso continuar en el mundo del motor y por ese motivo fundó Joe Macari Performance Cars, una tienda de coches especializada en superdeportivos y clásicos situada cerca de Wimbledon. Solo entrar en esta gran y luminosa nave ya te quedas sin palabras. Y más cuando el primer coche que te recibe es un McLaren P1 negro mate con detalles rojos.
Joe Macari Performance Cars empezó a funcionar hace más de 10 años y solo disponía de 9 coches en una pequeña tienda. Gracias a su duro trabajo y experiencia amplió el stock, se mudó a unas instalaciones donde los clientes estuvieran cómodos y abrió un taller al lado de la showroom, en el que se ofrece mantenimiento y restauración, y servicio oficial de Ferrari.
Actualmente, más de 50 coches están expuestos en la tienda en busca de un propietario. La mayoría de ellos son ediciones limitadas muy especiales que cuestan de ver normalmente por la calle: Des de un Porsche 993 "Black Snake" hasta un Ferrari LaFerrari, pasando por un Lamborghini Miura S.
En un rincón de esta showroom podemos ver una enorme pantalla y es que los domingos Joe Macari invita a sus amigos para ver la Fórmula 1 de una manera especial. ¿Os imagináis observar un Gran Premio entre estos coches?
En esta tienda hay tres coches muy exclusivos y que he de destacar. El primer de ellos es el espectacular Lamborghini Reventón Roadster, que se lanzó en el mercado en 2010 para representar el fin de la "era Murciélago" y el inicio de la que iba a ser la "era Aventador". Su diseño está inspirado en el avión de caza F-22 Raptor y sus líneas rectas le hacen tener este carácter tan radical. Sólo se fabricaron 15 unidades y se vendieron por más de 1 millón de euros. Joe Macari lo tiene en venta por 1.141.000€ pero algunos ya se han vendido por el doble.
Tiene el mismo chasis que el Murciélago LP640 y la carrocería está hecha de fibra de carbono pintada en un color verde grisáceo sin brillo metálico. Dependiendo de como le de la luz se apreciará un tono de color u otro. Tiene un motor V12 6.5l atmosférico en posición central trasera que desarrolla 650cv a 8000rpm y 660nm de par máximo. Es capaz de acelerar de 0 a 100km/h en 3.4 segundos y alcanza los 350km/h. Es tracción total y la caja de cambios es E-Gear automática de 6 velocidades. Realmente es una obra maestra de la marca italiana.
Y los otros dos coches de los que quería hablaros también son italianos. Son de la misma marca, se llaman igual pero tienen concepto diferente. ¿Sabéis de cuales hablo? Del Maserati MC12 y Maserati MC12 GT1.
El Maserati MC12 es una de los coches más impresionantes que ha hecho la marca italiana. Se presentó en 2004 y solo se crearon 50 unidades, que se vendieron por 600.000€. Joe Macari no ha dicho en público cuanto pide por él pero hace unos meses, en una subasta, se llegó a pagar 11 millones por un ejemplar. Se trata de un targa, es decir, tiene techo semi-descapotable separable, y fue fabricado debido a que uno de los requisitos que le pedían a Maserati para poder participar en el campeonato FIA GT era la producción de, como mínimo, 25 ediciones de calle del automóvil con el que iban a competir.
Cuando Ferrari acabó de fabricar el Enzo se encontró que le sobraron 50 chasis y 50 motores. Maserati los aprovechó y es por eso que el MC12 es tan parecido al cavalino. A parte del chasis, también tiene el mismo cambio de marchas y el parabrisas, la única pieza de exterior que se reutilizó. La carrocería, que es completamente de fibra de carbono, es más ancha, larga y baja, y solo estaba disponible en la combinación de los colores blanco y azul, en homenaje al equipo America Camoradi que pilotaba el Maserati Birdcage en el año 1960. Cabe destacar tanto las dos grandes entradas laterales de aire como la de la parte superior del coche, el alerón de 2 metros o el cerrojo para abrir el capó. El interior combina fibra de carbono, piel y brighthex. En la consola central, a parte de algunos botones, observamos el famoso reloj analógico oval que incorporan todos los Maserati. Abajo de él tenemos el botón para poner en marcha el coche, pintado también en azul. Como curiosidad hay que decir que no tiene radio.
Debajo del capó trasero tenemos un motor V12 6.L que desarrolla 632cv de potencia máxima a 7500rpm y 625nm de par máximo. Su velocidad máxima es de 330km/h y acelera de 0 a 100km/h en 3.7 segundos.
El MC12 que hay a su lado es el MC12 GT1, una de las dos versiones de carreras que existen (Corsa es la otra). Se fabricaron 11 de los cuáles tres compitieron y obtuvieron muy buenos resultados, aunque en 2005 fue penalizado de las American Le Mans Series por exceso de tamaño permitido. Maserati se encarga del mantenimiento del coche aunque cabe recordar que no está homologado para circular por carretera.
Y hasta aquí la visita a la tienda Joe Macari Performance Cars, considerada de las mejores de nuestro continente. Yo, después de verla, también creo que lo es y no solo por el nivel de coches. El trato con el equipo es inmejorable y la visita a las instalaciones acaba resultando una experiencia única.
GALERÍA DE FOTOS
VÍDEO
Actualmente, más de 50 coches están expuestos en la tienda en busca de un propietario. La mayoría de ellos son ediciones limitadas muy especiales que cuestan de ver normalmente por la calle: Des de un Porsche 993 "Black Snake" hasta un Ferrari LaFerrari, pasando por un Lamborghini Miura S.
En un rincón de esta showroom podemos ver una enorme pantalla y es que los domingos Joe Macari invita a sus amigos para ver la Fórmula 1 de una manera especial. ¿Os imagináis observar un Gran Premio entre estos coches?
En esta tienda hay tres coches muy exclusivos y que he de destacar. El primer de ellos es el espectacular Lamborghini Reventón Roadster, que se lanzó en el mercado en 2010 para representar el fin de la "era Murciélago" y el inicio de la que iba a ser la "era Aventador". Su diseño está inspirado en el avión de caza F-22 Raptor y sus líneas rectas le hacen tener este carácter tan radical. Sólo se fabricaron 15 unidades y se vendieron por más de 1 millón de euros. Joe Macari lo tiene en venta por 1.141.000€ pero algunos ya se han vendido por el doble.
Tiene el mismo chasis que el Murciélago LP640 y la carrocería está hecha de fibra de carbono pintada en un color verde grisáceo sin brillo metálico. Dependiendo de como le de la luz se apreciará un tono de color u otro. Tiene un motor V12 6.5l atmosférico en posición central trasera que desarrolla 650cv a 8000rpm y 660nm de par máximo. Es capaz de acelerar de 0 a 100km/h en 3.4 segundos y alcanza los 350km/h. Es tracción total y la caja de cambios es E-Gear automática de 6 velocidades. Realmente es una obra maestra de la marca italiana.
Y los otros dos coches de los que quería hablaros también son italianos. Son de la misma marca, se llaman igual pero tienen concepto diferente. ¿Sabéis de cuales hablo? Del Maserati MC12 y Maserati MC12 GT1.
El Maserati MC12 es una de los coches más impresionantes que ha hecho la marca italiana. Se presentó en 2004 y solo se crearon 50 unidades, que se vendieron por 600.000€. Joe Macari no ha dicho en público cuanto pide por él pero hace unos meses, en una subasta, se llegó a pagar 11 millones por un ejemplar. Se trata de un targa, es decir, tiene techo semi-descapotable separable, y fue fabricado debido a que uno de los requisitos que le pedían a Maserati para poder participar en el campeonato FIA GT era la producción de, como mínimo, 25 ediciones de calle del automóvil con el que iban a competir.
Cuando Ferrari acabó de fabricar el Enzo se encontró que le sobraron 50 chasis y 50 motores. Maserati los aprovechó y es por eso que el MC12 es tan parecido al cavalino. A parte del chasis, también tiene el mismo cambio de marchas y el parabrisas, la única pieza de exterior que se reutilizó. La carrocería, que es completamente de fibra de carbono, es más ancha, larga y baja, y solo estaba disponible en la combinación de los colores blanco y azul, en homenaje al equipo America Camoradi que pilotaba el Maserati Birdcage en el año 1960. Cabe destacar tanto las dos grandes entradas laterales de aire como la de la parte superior del coche, el alerón de 2 metros o el cerrojo para abrir el capó. El interior combina fibra de carbono, piel y brighthex. En la consola central, a parte de algunos botones, observamos el famoso reloj analógico oval que incorporan todos los Maserati. Abajo de él tenemos el botón para poner en marcha el coche, pintado también en azul. Como curiosidad hay que decir que no tiene radio.
Debajo del capó trasero tenemos un motor V12 6.L que desarrolla 632cv de potencia máxima a 7500rpm y 625nm de par máximo. Su velocidad máxima es de 330km/h y acelera de 0 a 100km/h en 3.7 segundos.
El MC12 que hay a su lado es el MC12 GT1, una de las dos versiones de carreras que existen (Corsa es la otra). Se fabricaron 11 de los cuáles tres compitieron y obtuvieron muy buenos resultados, aunque en 2005 fue penalizado de las American Le Mans Series por exceso de tamaño permitido. Maserati se encarga del mantenimiento del coche aunque cabe recordar que no está homologado para circular por carretera.
Y hasta aquí la visita a la tienda Joe Macari Performance Cars, considerada de las mejores de nuestro continente. Yo, después de verla, también creo que lo es y no solo por el nivel de coches. El trato con el equipo es inmejorable y la visita a las instalaciones acaba resultando una experiencia única.
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