Pocas veces puedo presumir de qué he visto un coche único en el mundo, y menos de que lo he podido fotografiar sin descuidarme de ningún detalle. Hoy me tomo el honor de mostraros una "bestia", porque realmente lo es, de la cuál solo existe una unidad además de tener una gran peculiaridad. DriverCarsBarcelona es un concesionario de vehículos de alta gama cerca de la capital catalana y, junto a un cliente, se le pasó por la cabeza un proyecto muy salvaje pero algo arriesgado. Consistía en coger un Mercedes-AMG Classe G, con preparación Brabus, y reconstruir todas las piezas de su estructura con fibra de carbono. Esto no significa agregarle un vinilo o pintarlo para que parezca que está hecho de este material. pero del qué y del cómo hablaremos más adelante. También se ha creado un interior casi nuevo en su totalidad y cuenta con singularidades que, a los que seáis escrupulosos especialmente, os dejarán boquiabiertos.
Hace exactamente un año se inició este proyecto llamado G Carbon, que se trataba de diseñar "una nueva vestimenta" para el Mercedes G800 Brabus. ¿Esto quiere decir que han estado 365 días trabajando sobre el mismo coche? Sí, pero cuando hay ganas e ilusión el tiempo vuela. La idea era revestirlo entero de fibra de carbono, que como sabréis es un material muy ligero y proporciona una estética bastante radical. Puede que esta conversión suene a algo fácil y sencillo, pero realmente es un proceso largo y complicado si se hace correctamente. El primer paso consistió en desmontar el modelo base al completo, y conseguir que solo quedara el chasis y los pilares en pie. Una vez estaban separadas las piezas de la carrocería, se analizó cada una de ellas, mediante tecnología punta, para obtener todas sus mediciones exactas. Seguidamente, un ordenador las regeneró en 3D, y de esta forma producirlas de nuevo pero usando dicha fibra. El último paso era montarlo otra vez, como si fuera un Lego, y la mayoría de las partes sustituían a las originales, aunque algunas se tuvieron que instalar encima de la base y recubrir las anteriores.
En definitiva, su aspecto es mucho más agresivo y se nota que "ha engordado" respecto al de serie. Sus líneas se ven más marcadas gracias al ensanchamiento de 10cm aplicado, el cuál destaca particularmente por los inmensos pasos de rueda. Otras características son los nuevos parachoques, el musculoso capó, el revolucionario alerón, los faros en el techo, los emblemas de la marca iluminados, las llantas monobloque de 24 pulgadas, los ruidosos escapes flap exhaust system en los laterales o la rueda de recambio trasera revestida de fibra. Sin duda, ahora tiene una estética aún más extravagante y llamativa.
Por llamativo el interior, que también se decidió modificar enteramente y añadirle algunos toques personales. Lo principal fue cubrir toda la tapicería del coche con cuero Nappa de Italia, en un naranja mandarina, hecho a mano y a medida para que encajara perfectamente en el gran habitáculo. Este color entra a los ojos por sí solo y es que todas las zonas están cosidas de esta piel, tanto los asientos como el suelo o hasta el maletero. También se aprecia muchos detalles en fibra de carbono, pues no queda ni una sola pieza de plástico, y cabe destacar los elegantes bordados en los reposacabezas para señalar el nombre del modelo. La peculiaridad del G Cabron se encuentra en el techo, puesto que se ha integrado la constelación de acuario hecha por pequeñas luces LED. Este elemento recuerda mucho a los Rolls Royce, ya que fueron los primeros en innovar con esta "pijada", pero en cambio no cuentan con algo que tiene esta unidad. Incorpora un control remoto para poder controlar la intensidad de la luz, cambiar el color, o añadirle y sincronizar su parpadeo con la música que esté sonando en ese instante.
En este coche, ninguna parte se ha librado de variaciones y el motor V8 4.0L Biturbo también ha sido transformado. Se le han añadido mejoras en los turbocompresores y en la centralita electrónica para conseguir que, de 585cv y 860nm de par máximo, alcanzara los 800cv y los 1000nm de par máximo. Realmente es una barbaridad y es que, de esta manera, es capaz de acelerar de 0 a 100km/h en solo 4.1 segundos y lograr una velocidad máxima de 240km/h.
Por si no ha quedado claro, es un Clase G limitado a una sola unidad y su exclusividad provoca que su precio ascienda hasta los 600.000€. Está totalmente homologado, solo tiene 10km en el reloj y DriverCarsBcn busca un posible propietario. El afortunado podrá conducir un "animal salvaje y furioso, recién salido de la jaula".